Para preparar un churrasco parrillero, es importante que el corte tenga un grosor adecuado, alrededor de 1 a 1.5 pulgadas de espesor, para que se cocine bien por dentro y no se seque en exceso en el exterior.

Antes de cocinarlo, se recomienda sazonar el churrasco con sal gruesa y dejarlo reposar por al menos 30 minutos para que los sabores se impregnen bien en la carne.

Luego, se debe prender la parrilla y esperar a que las brasas estén en su punto ideal, que es cuando están cubiertas de una fina capa blanca de ceniza. Se coloca el churrasco en la parrilla y se cocina por unos 3-4 minutos de cada lado, dependiendo del grosor de la carne y del término que se desee obtener.

Es importante no perforar la carne con un tenedor, ya que esto provocaría que los jugos se escapen y se pierda sabor y jugosidad en la carne. En su lugar, se puede utilizar una espátula para dar vuelta el churrasco.

Finalmente, se retira el churrasco de la parrilla y se deja reposar por unos minutos antes de servir, para que los jugos se distribuyan uniformemente en la carne. ¡Y listo, a disfrutar de un delicioso churrasco parrillero!